Elsa Gindler desarrollo en Alemania en la década de 1920 este trabajo donde se estudiaba y exploraba las
POSIBILIDADES de superar obstáculos y permitir el desarrollo interno de la persona, así como volver a CONECTAR con la tendencia INNATA del organismo para EQUILIBRAR, RENOVAR Y SANAR.
Este trabajo fue continuado por muchos estudiantes de Elsa, una de ellas Charlotte Selver. A este trabajo se le llamo CONCIENCIA SENSORIAL o SENSORY AWARENESS, o SENSING, o DESPERTAR TUS SENTIDOS. Charlotte con su enseñanza
de Consciencia Sensorial contribuyo al desarrollo del Movimiento de Potencial Humano y de Psicología Humana, algunos de sus alumnos fueron: Eric Fromm, Alan Watts, Fritz Perls, Rolf Ida.
Charlotte murió a la edad de 102 años. Actualmente esta presente continuando su enseñanza la FUNDACIÓN SENSORY AWARENESS www.sensoryawareness.org/con líderes en todo Estados Unidos, Canadá, México, España y otras parte de Europa.
Mi experiencia con Charlotte
Como guía no se coloco enfrente o atrás, sino al lado de sus alumnos. Su presencia estaba enmarcada por un carácter firme y seguro, el cual transmitía en sus clases, imponiendo que el aprendizaje tuviera como base la disciplina, orden, y respeto. A donde llegara el espacio se llenaba de la una vibración plena de fortaleza.
Para mí con el aprendizaje con Charlotte se abrieron nuevas puertas y conexiones; desarrollando mi capacidad de recepción, expresión, movimiento, apreciación, abrigando, sembrando, creciendo, sensibilizándome para ir a un nivel de solución de los problemas cotidianos a través de una consciencia con sentido de abrazar la vida y crear en ella un nuevo espacio desde el cual tomar decisiones y acciones que me llevaran a expresar con total libertad mis capacidades, facultades y potencialidades para el día a día en cualquier área de mi vida.
La fuerza interior se manifestó, creando una burbuja de amor que contenía mi esencia, los sentidos, el amor y la estabilidad emocional. Una permanente claridad mental y entendimiento de mi entorno no por las palabras sino por lo real: el sentir.
Transformo mi vida, y también puede transformar la tuya.
Charlotte expresaba: “No sabemos quiénes somos puesto que estamos llenos de hábitos y de lo que otros nos han dicho sobre nosotros. Hay una cierta relación de respeto y maravilla que debemos tener hacia nuestro funcionamiento interno. Si estamos suficientemente callados y con positivismo en la capacidad de que podemos seguir finas indicaciones internas que nos llevan a un mayor funcionamiento, encontraremos esas preciosas habilidades que tenemos pero no usamos. El organismo tiene posibilidades inherentes de renovar sus relaciones, de equilibrar, de curar, de recrear. No es algo que hacemos, éstas son propiedades inherentes y propias al organismo desde su nacimiento. Empujamos estas habilidades como si no existieran y las cubrimos con capas de hábitos e ideas que las echan a perder. Encima de eso, aprendemos muchas cosas que nos llevan más lejos aún de nuestra verdadera naturaleza.”
Para mi encontrar mis habilidades sin usar y las posibilidades de mi organismo me llevo a descubrir mi verdadera naturaleza, desaprender lo superficial y aprender lo real y profundo, sobre lo que sí puedo crear.
Cada palabra, cada enseñanza que tuve a su lado me mostraba cuán grande es el infinito sentir que el ser humano puede experimentar.
En el cotidiano ir y venir Charlotte enseñaba:
Cuando nuestra sensibilidad ya no funciona naturalmente y en lugar de ello “usamos” nuestros sentidos, hacemos algo de más. Hacemos algo de más para ver, oler, oír, o percibir los sabores. De hecho, así nos educan. Llegamos al mundo y pronto aprendemos que debemos estar “haciendo” algo, en lugar de estar abiertos a lo que se presente en el momento. Pueden ustedes comprender lo importante que es aprender a abandonar este “hacer”. Pero, ¿cómo dejar que esto vuelva a ser natural en nosotros?
De ahí surgió el re-nacimiento, abandonar el hacer por hacer y cambiarlo por SER en la totalidad, por ello la frase de Charlotte lo envuelve en tan expresiva frase:
Cada momento es un momento
Ni antes, ni después, ahí, justo en el momento aprendí y sentí como el tiempo dejaba de ser una arena del reloj cayendo, una manecilla correteándome, un tic tac, todo ello acabo cuando me permití regresar al origen de quien siempre fui, pero me olvide.
De Charlotte, conservo la esencia tal cual como su enseñanza: en la práctica, en compartir floreciendo, abriendo el corazón y tomada de la mano de quien desea escuchar esa melodía de paz en su corazón. En cada persona observo la esencia de ella, y es tan expansiva que aun sin estar entre nosotros vive en cada uno de quien quiere vivir la experiencia de “cada momento, es un momento”
Te invito a participar lo que Charlotte me compartió, el despertar de tus sentidos.
Marcela Avila Guirette